Breve historia del cine mexicano parte 2

Por: Guillermo Colín Sánchez

A finales de los 50’s llega la crisis del cine mexicano, la fórmula repetitiva de las películas comienza a cansar a la gente, esto trae como consecuencia el cierre de 3 grandes estudios: Tepeyac, Azteca y CLASA Films; pero la gota que derrama el vaso, es la muerte del ídolo Pedro Infante, de esta manera terminaría la época más gloriosa del cine nacional.

Todo empeora cuando surgen nuevas corrientes cinematográficas en Francia, Japón, Italia e Inglaterra, lo que provoca que se pierda el interés internacional hacia la industria cinematográfica mexicana. Las señales eran claras: era momento de renovar el cine mexicano y con esta ideología se entraría a la década de los 60’s.

A principios de la década surgen varios hechos que marcarían el rumbo del cine: En primer lugar, se crea la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1960; en segundo lugar, los nuevos cineastas, provenientes de las clases medias ilustradas, proponen alejarse del estilo típico del melodrama ranchero; es cuando en 1961 el grupo Nuevo Cine publicaría su revista homónima, donde por medio de sus siete números se iniciaría la crítica fílmica influidos por la revista francesa Cahiers du Cinéma, revista encargada de difundir la teoría del autor cinematográfico. Para finalizar, en 1963 se crea el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM, actualmente Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC), una de las escuelas de cine más importantes del país.

Para finales de la década se estrenan dos grandes documentales: el primero, “Olimpiada en México” dirigido por Alberto Isaac fue acreedor a una nominación al Oscar; el segundo llamado “El grito” de Leobardo López Arretche, contaría uno de los hechos más oscuros de la historia de México: la matanza estudiantil en Tlatelolco.

En 1970 Luis Echeverría llega a la presidencia y junto con él, su hermano Rodolfo Echeverría, haría el plan de reestructuración de la industria cinematográfica mexicana, por medio de este se reactiva el Banco Nacional de la Cinematografía (BNC), el cual será el órgano rector del Nuevo Cine Mexicano junto con la Corporación Nacional de Cinematografía (Conacine) creada en 1973; la Cineteca Nacional se va a edificar en 1974 y al siguiente año el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) abre sus puertas. Durante el sexenio de Echeverría, se abren nuevas pantallas, se renuevan las existentes y para cerrar se crea la Corporación Nacional Cinematográfica Trabajadores-Estado Uno y Dos (Conacite I y Conacite II) que desde ese momento deja al cine en manos del estado.

Durante la década de los 70’s se estrenan películas que le daban una bocanada de aire fresco al cine mexicano, directores como Felipe Cazals y Arturo Ripstein tocarían temas polémicos para la época, como: la diversidad sexual y las consecuencias del adoctrinamiento acrítico, temas bien plasmados en películas como “Canoa” y “El lugar sin límites”. Al mismo tiempo en 1975 se estrenaría “Bellas de noche” dirigida por Miguel M. Delgado, película que daría inicio al cine de ficheras.

Una vez acabado el sexenio de Echeverría, llega al poder José López Portillo que junto con su hermana Margarita López Portillo, serían los protagonistas de una de las épocas más oscuras del cine mexicano.